MOTIVOS DE POSTULACIÓN
La justicia electoral en México, como en cualquier democracia, constituye uno de los elementos clave para la estabilidad política y el fortalecimiento de la gobernanza. En un país como el nuestro, con una historia de recientes transformaciones democráticas, el Poder Judicial de la Federación tiene la responsabilidad, en materia electoral, de asegurar que los procesos democráticos sean transparentes, legítimos y justos. Mi postulación al cargo de Magistrado Electoral de la Sala Regional Monterrey del Poder Judicial de la Federación se basa en un compromiso profundo con la justicia, la independencia judicial y los derechos humanos, valores fundamentales que guiarán mi actuación en esta noble labor, la cual no debe de ser tomada en ningún momento como una mera oportunidad laboral para la obtención de un salario, ya que se debe de ser consiente del enorme compromiso de las actividades que se desarrollan en el cargo, personalmente, asegurando que mi formación, valores y capacidades para el ejercicio de la función jurisdiccional sean aplicadas correctamente con la finalidad de que realmente se imparta justicia.
Mi trayectoria profesional se ha consolidado a partir de una formación jurídica sólida e integral, sustentada en una educación académica de calidad y en la experiencia adquirida en diversas áreas de la materia electoral. Mi licenciatura en Derecho, obtenida orgullosamente en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, me proporcionó las bases teóricas y prácticas para comprender las complejidades del ordenamiento jurídico nacional e internacional. A lo largo de mi carrera, he ampliado mi experiencia y mis conocimientos en Derecho Constitucional, Derecho Electoral y Derechos Humanos, campos que considero esenciales para desempeñar la función jurisdiccional con eficacia y responsabilidad.
Un Magistrado Electoral no solo debe contar con conocimientos jurídicos, sino también con una visión integral del impacto que sus decisiones pueden tener en la democracia, en el desarrollo social y en la protección de los derechos humanos.
Mi enfoque ha estado siempre orientado a la reflexión crítica sobre el Derecho, incorporando una perspectiva humanista, donde la justicia no se limita al cumplimiento de las normas, sino que busca la equidad, la inclusión y la dignidad humana. Esta formación me ha preparado para entender la función judicial no solo desde el marco normativo, sino también con una dimensión ética y social que debe prevalecer en el ejercicio jurisdiccional.
La independencia y autonomía del Poder Judicial son pilares esenciales en cualquier sistema democrático. Como Magistrado Electoral, mi compromiso con la independencia judicial será absoluto. Entiendo que la imparcialidad es la piedra angular de la confianza pública en el sistema judicial, especialmente en el ámbito electoral, donde las decisiones pueden tener un impacto directo en la legitimidad de los procesos políticos y en la confianza de la ciudadanía en sus instituciones.
La independencia no solo se refiere a la ausencia de presiones externas, sino también a la capacidad de tomar decisiones basadas exclusivamente en el Derecho, sin dejarse influir por intereses políticos, económicos o sociales. En este sentido, mi función se basará en la defensa estricta del Estado de Derecho, en la protección de los procesos electorales y en la garantía de que las elecciones se celebren en condiciones de transparencia, equidad e imparcialidad.
Asimismo, como parte de esta independencia, también debo reconocer la importancia de la rendición de cuentas. La autonomía del poder judicial no significa un aislamiento, sino más bien un ejercicio responsable de la función jurisdiccional, con la debida justificación de todas las decisiones y sentencias emitidas. La confianza en el sistema electoral depende no solo de la imparcialidad de las decisiones, sino también de la transparencia en el proceso judicial, y mi compromiso será velar por ambos aspectos.
Mi compromiso con los derechos humanos será una prioridad, especialmente en lo que respecta a los grupos de atención prioritaria. Mi visión como Magistrado Electoral será garantizar que todos los ciudadanos, sin importar su condición social, económica o étnica, puedan ejercer su derecho de manera libre y plena, sin ser objeto de exclusión o vulneración.
Además, la perspectiva de género será fundamental en mi toma de decisiones. El acceso equitativo a la participación política es uno de los temas que más requiere la atención del Poder Judicial, y las reformas legislativas y judiciales para garantizar la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres deben ser aplicadas con rigor, asegurando que las decisiones electorales favorezcan la inclusión y equidad en la representación política.
El ejercicio de la función judicial en el ámbito electoral requiere una capacidad sólida de interpretación jurídica, que no solo contemple la aplicación técnica de la ley, sino que también sea capaz de adaptar las normas a los contextos sociales y políticos concretos. Mi enfoque de interpretación judicial será contextual, tomando en cuenta las circunstancias y las realidades sociales que rodean cada caso. Esto implica, por ejemplo, analizar las condiciones específicas de los grupos sociales afectados, aplicar una perspectiva de género e interseccional, y reconocer las necesidades de protección especial para grupos de atención prioritaria.
La interpretación de la ley debe ser dinámica y flexible, adaptándose a los retos contemporáneos de la democracia mexicana. La modernización de los procesos electorales, la incorporación de nuevas tecnologías y el creciente uso de redes sociales son desafíos que deben ser enfrentados desde una óptica jurídica sólida y actualizada. Como Magistrado Electoral, mi capacidad de razonamiento jurídico será clave para garantizar que los principios democráticos y los derechos fundamentales sean siempre protegidos, sin importar los cambios que pueda experimentar el panorama electoral.
Las decisiones judiciales no se pueden tomar únicamente con base en la letra de la ley; deben ser conscientes de las realidades sociales que afectan la participación política y electoral. La democracia no es solo un conjunto de procedimientos formales, sino también una dinámica de interacción social, y las decisiones judiciales deben reflejar la complejidad de esta interacción.
La aptitud de servicio y el compromiso social son valores fundamentales en mi carrera profesional. Las decisiones judiciales, especialmente en el ámbito electoral, deben tener en cuenta el bienestar colectivo, la equidad y la justicia social.
Mi trayectoria personal ha sido guiada por principios de integridad, ética y compromiso con el bien común. Siempre me he esforzado por actuar de manera transparente, honesta y profesional. La integridad personal es un requisito indispensable para cualquier servidor público, y me comprometo a actuar siempre con rectitud y a rendir cuentas de manera clara y transparente ante la ciudadanía.
En la boleta salmón, para magistraturas de la Sala Monterrey del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, vota por el número:
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